¿Que son las relaciones toxicas? Son relaciones que ya no suelen aportar nada en nuestras vidas. Si bien toda relación, sea toxica o no, deja una huella en nosotros y nos hace aprender y crecer, muchas veces debemos apartarnos de las personas que no nos aportan nada o nos hacen sentir infelices para poder evolucionar.
El problema con esto es que muchas veces cuando se trata de relaciones interpersonales es difícil apartarse y puede llevarnos años hacerlo. Esto sucede porque nos agarramos muy firmemente de todo lo que pasamos y vivimos con este tipo de personas, aunque el resumen sea que nos hicieron mas daño esas vivencias que darnos felicidad.
No solo existe en las relaciones de pareja, también en las relaciones de amistad. Hay algunas que ya están rotas y es como querer pegar una copa de vidrio que se cae al piso: a medida que se va rompiendo podemos ir juntando los pedazos y pegando los vidrios, pero nunca van a quedar como si fueran la original. Cada vez va a ir costando mas juntar los vidrios y mantenerlos pegados, el contenido se va a filtrar, y no va a haber pegamento que ayude con esto. Lo mismo pasa con las relaciones, algunas ya están heridas de muerte y prolongarlas solo va a hacer que ambas partes salgan perjudicadas.
Lo cierto es que cuando sentimos que una persona no nos está aportando nada en nuestra vida lo mejor es seguir por caminos separados, pudiendo seguir con nuestra energía en otras cosas y obviamente logrando un alivio al finalizar con esa relación que no nos ayuda.
Existen algunas señales que se pueden ver, una de las principales es que los gustos e intereses en común cambiaron. Esto es parte de la vida, muchas veces conocemos personas con las que compartimos gustos e intereses, y gracias a ellos tenemos una enorme conexión, pero que al pasar del tiempo nosotros o esa persona suele ir cambiando, por lo cual es común una lejanía.
Muchas veces se da el replanteo de la relación cuando las cosas ya no son las mismas, aunque obviamente deben de haber más factores para hacerlo (no solo un cambio de gustos). En segundo lugar puede suceder que les cueste ponerse de acuerdo, que cada uno quiera cosas distintas pero que además les sea muy difícil entender el gusto diferente y organizarse juntos. Esto por lo general lleva a la discusión segura, y cuando ya pasamos más tiempo discutiendo que sonriendo juntos es un indicador de que la relación no da para más.
Otro punto importante para alejarse es cuando ya sientes que solo vos “la remas” a la relación. Cuando ya estas «remando en dulce de leche» (tarea casi imposible), como dice la expresión y sos vos quien te encargas de que las cosas funcionen es porque algo no anda bien. Una relación, ya sea de pareja o de amistad, es de a dos, por lo cual no es bueno ni justo que recaiga sobre una sola persona.
Y el ultimo punto, quizás el mas importante es el tema de la confianza. Cuando la confianza se fue, se fue todo, porque es la base de cualquier relacionamiento. Sin confianza surgen las dudas, el miedo, la persecución, lo cual no es beneficioso para ninguna persona y termina en un daño seguro.
Muchas veces solemos agarrarnos de este tipo de relaciones tóxicas como un tablón podrido en el medio del agua, como si fuera lo único que tenemos y no es así. Nos suele dar miedo dejar que esa persona que estuvo tanto tiempo en nuestras vidas se marche, porque el futuro es incierto y preferimos eso a tener nada, lo cual obviamente no lleva a nada. También se crean costumbres con las personas, ya sea una pareja o amigo/a, porque cuando pasamos años juntos vamos construyendo hábitos que compartimos y de los cuales nos cuesta desprendernos. En muchos casos se opta por quedarse en la zona de confort y no apostar a los cambios por miedo a lo que pueda suceder, lo cual es un error si ya la persona no nos aporta nada.
También nos puede dar nostalgia o sentimos cierta esperanza de que las cosas puedan cambiar (aunque veamos que de ninguna forma pueden cambiar). Podemos ponerle fichas a la otra persona de que va a cambiar o nosotros intentarlo, pero lo cierto es que cuando ya no da para más es muy difícil que se pueda dar un cambio.
En conclusión, el dejar ir a esa persona que no nos aporta nada nos hace liberarnos, aunque nos cueste tomar la decisión. Cuando seguimos con este tipo de relaciones vivimos en la negatividad, con problemas, tensionados, y no damos el lugar a ser felices. En estos casos siempre lo mas sano es dejar que el otro se marche, poner un punto final y comenzar de nuevo. Obviamente, esta no es una tarea sencilla, requiere de un proceso interno, de mucho tiempo, a veces lagrimas y tristeza, pero si la persona no nos aporta nada a nuestra vida es la mejor decisión que nos podemos regalar.