Se podría definir a la Inteligencia Emocional (IE) como una capacidad que tiene una persona de poder entender, manejar, seleccionar y trabajar lo que respecta a sus emociones y no solo eso, sino que también las de los demás, haciéndolo de una forma eficiente y con resultados positivos. Sería una habilidad de poder gestionar las emociones de forma positiva, no solo nuestras emociones sino que las de los otros también.
Es por esto que una persona que es: poco tolerante, que se enoja con gran facilidad, que esta triste frecuentemente es una persona que no cuenta con una buena IE, al contrario de una persona que se conoce, que puede entender sus impulsos y controlarlos, que piensa antes de actuar, que puede ser sincera/o sin afectar de forma negativa a las personas que están a su lado, esa sería una persona que cuenta con una IE muy buena.
De esta manera es que la IE tiene muchos beneficios, ya que podemos aprender a tratar a las personas y que estén a gusto a nuestro lado, y no generar emociones negativas en la persona como lo pueden ser: tristeza, ira, frustración, entre otros.
En cuanto a nuestro CI (Coeficiente Intelectual) es factor genético inmodificable y que popularmente se cree que es el que rige nuestro destino, aunque no es necesariamente el tener un coeficiente intelectual destacado lo que nos lleva a un buen desempeño en la vida.
De esto se encarga nuestra IE: Inteligencia Emocional que incluye varias virtudes que pueden ser aprendidas (como las mencionadas anteriormente) y generan la posibilidad de utilizar de mejor manera el potencial intelectual que la genética nos haya brindado.
La herencia genética nos da una serie de rasgos emocionales que determinan nuestro temperamento. Pero el circuito cerebral implicado es modificable, o sea que el temperamento no es nuestro destino, puede ser modificado.
Maite Gisela Escalante Roa
Es un artículo muy bueno, ayuda a ampliar nuestros conocimientos y por ende a crecer en nuestro edo de vida. Gracias.