¿Qué es la mitomanía? Mitomanía o mentirosos compulsivos, se le llama a las personas que son mentirosas patológicamente, por lo general inventando la realidad con el fin de tener atención, de ser admirados, muchas veces entrando en un circulo de mentiras que hacen que termine en soledad.
A veces acudimos a las mentiras, ya sea por escapar de una situación, por querer obtener la atención de alguien, o por no querer decir la verdad en cosas cotidianas y muchas veces sin importancia, pero cuando ya las mentiras son constantes es probable que la persona sea mitómana, es decir que utilice la mentira de una forma compulsiva.
El mitómano, entonces, tiene una conducta de mentir que es repetitiva, el mentir hace que la persona pueda tener algunos beneficios en el momento, ya sean atención, admiración, etcétera.
¿Cuál es el fin que tiene la mitomanía? El fin que tiene puede ser el de querer engañar o estafar a alguien, pero no precisamente la persona miente compulsivamente por esto, sino que el fin verdadero es cambiar la realidad para tener una historia que sea más llamativa de contar. Lo que sucede es que en un inicio esos cuentos o historias logran ser llamativas, y cautivar a la persona que está escuchando, obteniendo lo que se quiere que es ser escuchado, respetado y admirado, aspectos que hacen que la conducta se mantenga. Parecería ser que no, pero una persona mitómana tiene miedo de que la descubran.
¿Qué sucede cuando se descubren las mentiras? Sucede por lo general el efecto contrario, es decir que todo su entorno tiende a rechazar a esta persona, a alejarse por el hecho de sentirse engañados. En el caso de los familiares quizás no exista un alejamiento, pero si se deja de tener en cuenta a esta persona ya sea en su relato como a la hora de tomar ciertas decisiones.
La mentira funciona en base a un circulo vicioso, comúnmente usamos las mentiras para justificar el incumplimiento de algo que nos pidieron, por no tener ganas de hacer algo a lo que nos invitan, como una excusa por falta de puntualidad, siendo estas situaciones que se prestan para que la mentira aparezca.
Cuando se miente se obtienen beneficios inmediatos, los cuales pueden hacer que se vuelva a emitir, el problema radica cuando ya pasa a ser una conducta adictiva, y no como parte de algo que se hace “cada tanto”.
El problema en una adicción, ya sea adicción al sexo, ludopatía o cualquier tipo, es que la persona por mas que desee no puede parar, en este caso no puede parar de mentir, esto se convierte en parte importante a la hora de relacionarse con el otro, y la persona se puede llegar a sentir débil sino acomoda esa verdad para que sea mucho mas interesante.
Es importante tomar en cuenta que como cualquier otra adicción siempre se esta expuesto a poder sufrir de mitomanía, obviamente que siempre va a depender de la persona y de saber frenar a tiempo la situación para que no aumente y se transforme en una adicción.