La Navidad y la Depresión, ¿van de la mano? En realidad no hay teorías exactas que lo afirmen, pero al parecer es muy común que exista un aumento de casos de depresión cuando se esta viniendo la Navidad.
Uno de los puntos importantes a analizar es que la Navidad no es igual para chicos que para adultos, ya que los niños tienen otra ilusión: ya sea por la llegada de Papá Noel con los regalos, todo lo mágico que representa la Navidad en sí. Para los adultos puede ser hermosa también y disfrutarla al máximo, pero obviamente no es igual a la de los más chicos que lo viven con otra ilusión.
Es por esto que la Navidad que idealizamos con lo que es la Navidad realmente puede ser uno de los motivos por los cuales se da la depresión en adultos, pero también existen otros motivos como lo son:
El sentir que se tienen que hacer regalos y no poder hacerlos, lo que va con el consumismo que cada vez es mayor y afecta el mundo entero. De la mano con los regalos va también el tener (muchas veces, no siempre) que lucir nueva ropa, tener el pelo arreglado y demás cosas para estar listo/a para ir a reuniones sociales, incluso siendo familiares. Cuando no se tiene para cumplir con todos los regalos (lo cual obviamente no es obligación) o para lucir el mejor look es probable que la frustración toque nuestra puerta, lo cual puede llevar a una depresión.
Otro aspecto que puede afectar o molestar es lo “falso” de estas fechas, ya que se debe dar amor, ser amables, cariñosos muchas veces queriendo pero otras no queriendo hacerlo, esto puede hacer que la persona no la pase del todo bien por sentir que no puede cumplir con ese tipo de expectativas.
La Navidad es un momento de encuentro, los más lejanos se acercan y los más cercanos se acercan mucho más, pero… ¿qué sucede si esto no pasa? Muchas veces por motivos que son ajenos a la persona (poca familia, pocos amigos, fallecimiento de familiares, entre otros) una persona puede pasar sola la Navidad lo cual puede hacer que la depresión toque su puerta. También si la persona tiene que trabajar o como mencionamos, fallece un familiar muy directo es muy difícil tomar la Navidad como un momento lindo y de encuentro. Claro está que siempre depende de cómo sea la persona, de sus creencias y su forma de ver la vida. Todo lo que quizás no nos afecta a lo largo del año, o que vamos sobrellevando en las fiestas se potencia, y esto sucede obviamente en Navidad.
¿Hay alguna forma de evitar esta depresión? En realidad si ya la persona sufre de depresión, es muy probable que esta se agrave de alguna forma en épocas de fiestas como la Navidad, pero en caso de que se dé únicamente por Navidad es probable que al cabo de los días o cuando finaliza termine, es decir sea temporal.
Lo mejor es intentar pasarla rodeado/a de familia o de amigos, de gente que quiéramos y que nos quieran, tratar de ponerle la mejor onda posible y no preocuparse por si tenemos para regalos o no, ya que este no es el fin principal de la Navidad, sino una cuestión comercial.
Es muy probable que nuestra Navidad no se asemeje a la que vemos en la televisión, pero no por eso debemos pasar mal, o sentir tristeza, ya que no es el fin, como mencionamos antes.
En caso de que la Navidad de por si no nos guste no debemos festejarla, ya que no es una obligación, lo más importante es sentirnos bien con nosotros mismos y si la Navidad no nos hace bien no tenemos obligación alguna.