El ataque de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad en el cual se dan ataques que son repetitivos caracterizados por sentir un intenso miedo de que algo malo va a suceder.
Las causas por las cuales se da el ataque de pánico son desconocidas, aunque es claro que los genes juegan un rol importante. Esto no significa que si o si otro integrante de la familia lo tenga, ya que en casi siempre sucede sin tener antecedentes familiares.
Este trastorno se da mas comúnmente en mujeres que en hombres, y se comienza a tener síntomas aproximadamente a los 25 años de edad. Este trastorno también se puede dar en niños, aunque es común que se diagnostique cuando sean mayores.
Cuales son los síntomas:
El ataque de pánico se caracteriza por empezar de repente y alcanza su punto máximo al cabo de unos 10 a 20 minutos, lo que hace que algunos de los síntomas puedan llegar a durar hasta 1 hora o más incluso. Es común que se confunda con un ataque cardíaco.
Lo que sucede con este trastorno es que la persona que lo padece vive casi siempre con el miedo a sufrir otro ataque, lo cual puede hacer que tenga miedo de pasar tiempo sola/o o de no tener acceso a la ayuda médica.
Los síntomas más comunes (que no significa que se den todos) son:
- Mareo o desmayo
- Molestia o dolor torácico
- Sienten miedo a morir
- Palpitaciones, frecuencia cardíaca rápida o latidos cardíacos fuertes
- Sienten miedo a la perdida el control
- Tienen sensación de que se están asfixiando, problemas para respirar, sofocación
- Sentimientos de separación
- Tienen sentimientos de irrealidad
- Sienten náuseas o malestares estomacales
- Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara
- Sudoración o escalofrío
- Temblor o estremecimiento
Es muy importante saber que los ataques de pánico pueden llegar a cambiar lo que es el comportamiento de la persona, incluso llegando a cambiar en el trabajo, hogar, y siempre sintiendo preocupación sobre los efectos que tiene este trastorno.
Lo difícil de este trastorno es que no es predecible, al menos en las primeras etapas del trastorno, ya que no existe ningún desencadenante que haga que el ataque empiece (como en otros trastornos). La persona incluso puede recordar ataques de pánico pasados y volver a tener uno por ese motivo.