¿Te pasa a menudo que sientes que no puedes decir que no? ¿Qué te es casi imposible decirlo sin sentirte culpable y en muchos casos siendo hasta irracional la propuesta? ¿Que aunque no quieras hacerlo sientes la obligación de decir que si?
Muchas veces nos descubrimos haciendo cosas que no deseábamos, simplemente porque no pudimos o no nos animamos a decir que no.
Pero… ¿porque resulta tan difícil?
Hay ciertas ideas o pensamientos que evocamos, y muchas veces son sin darnos cuenta de que eso nos dificulta el poder decir que no, es decir que son pensamientos inconscientes.
Algunos de estos pensamientos pueden ser:
1) Las necesidades de la otra persona son más importantes que las mías, que se traduce en: “Soy un egoísta/a”, “Me da lástima”.
Una posible reestructuración para esto sería: ¿No será el otro el egoísta?, ¿Qué alguna vez diga que no a algo alcanza para catalogarme como egoísta?, ¿No será que estoy generalizando a partir de una situación?, ¿Es posible buscar otras soluciones al problema?
2) Miedo a las consecuencias, que se traduce en: “¿Y si se enoja?”, “¿Y si se ofende?”
Una posible reestructuración para esto sería: Seguramente las consecuencias de decir que NO, no sean tan graves como me las imagino.
3) Miedo al rechazo y a la desaprobación: “¿Qué va a pensar de mi?”, “¿Y si la próxima vez no me invita…llama…?”
Una posible reestructuración para esto sería: Es imposible conformar a todo el mundo, por eso haga lo que haga siempre habrá personas que estén de acuerdo y otras que lo desaprueben.
4) Soy imprescindible, que se traduce en: “Tengo que hacerlo”
Una posible reestructuración para esto sería: ¿Realmente soy imprescindible?, ¿Estoy asumiendo responsabilidades de otra persona?
¿Cómo podemos decir que NO?
- Lo primero es pedir detalles, antes de decidir qué hacer siempre es útil entender que es exactamente lo que se nos está pidiendo. Esto, sin dudas, no ayudará a decidir si lo podemos llevar a cabo realmente. Para esto nos servirán preguntas como: que, cuando, donde, durante cuánto tiempo, etcétera.
- Si así lo decidimos, decir que no de una forma directa, con calma y francamente.
- Si lo deseamos, dar información personal acerca de porque decimos que no.
Muchas veces cuando dices NO, en realidad estás diciendo que SI, no al otro sino a vos mismo. El decir que NO, no es algo negativo porque, por ejemplo: si quieren agregarte más trabajo, pero sabes que no puedes mas, el decir que No es algo positivo para ti, ya que es un SI para tu descanso, un SI para un montón de actividades que puedes realizar fuera del trabajo. También puedes pasar más tiempo con tus amigos, tu familia, estas diciéndole que Si al tener tiempo para vos, dar espacio a tus hobbies, otras actividades de interés, le estás diciendo que SI a tener menos estrés, vivir una vida más relajado/a, le dices que SI a tener una cantidad de trabajo que sea razonable para ti, es decir te estas respetando y haciendo que te respeten como persona.
Esperamos que este post te sea de utilidad si sos de las personas que te cuesta decir que NO, y que puedas poner en practica las posibles reestructuraciones!