Lo primero que queremos definir es ¿que es ser egoísta? Una persona egoísta es alguien que tiene un amor propio excesivo, muchas veces siendo desmedido. La persona que es egoísta no se interesa (o lo hace muy poco) por lo que el otro quiere, sino que se maneja de acuerdo a sus deseos o conveniencia.
El egoísmo no es beneficioso para ninguna la de las dos partes, ya que el/la egoísta cada vez va quedando más en soledad, y las personas que lo rodean se ven afectadas por esta actitud, que es causante muchas veces de sufrimiento o impotencia por no poder hacer mucho.
Como en los demás retos de la vida, no hay manual ni receta para ser menos egoísta, no existen pasos a seguir para dejar de aplicar esta conducta, lo mas importante es el deseo real de querer cambiar, de detectar que esta actitud nos esta afectando y afecta a nuestro entorno. Ya con las ganas de querer cambiar estamos abriendo nuevas puertas para dejar de ser menos egoístas.
- Algo que sirve y mucho es reconocer las formas en las cuales muestras tu egoísmo, es decir cuando lo aplicas (si es siempre, a veces, con algunas personas, o con algunas cosas). Preguntarse a uno mismo sirve de ayuda, ver porque ese comportamiento, y las cosas que se pierden por sostenerlo.
- Otro consejo es tratar de pensar primero en los demás y luego en ti, y esto se puede hacer incluso en actitudes simples como: antes de servirte un vaso de agua preguntar a los demás si quieren, convidar a los demás con lo que estas comiendo.
- La terapia psicológica puede ayudarte a detectar tu egoísmo, conocerlo, ver de donde viene, y que puedes hacer para cambiarlo. Recuerda: lo más importante es detectar que lo tienes y el deseo de querer cambiarlo, con eso ya tienes camino ganado.
- Escucha a los demás, aprender a escuchar los problemas o alegrías de los demás también ayuda, y no solo hablar de tus problemas o cosas buenas que te suceden.
- Deja que los demás elijan algunas de las actividades que hacen juntos, ya sea un amigo/a, tu pareja o un miembro de la familia, es bueno dar la libertad de que otro elija que van a hacer juntos y que no sea solo de tu interés la actividad.
- En caso de que no lo hagas, es bueno invitar a un amigo/a, pareja, familiar a almorzar, merendar o cenar de vez en cuando, puede ser salir a un restaurante o cocinarle, ya que esto también sugiere que hagas algo por la otra persona. Para esto podrías cocinar el plato preferido de la otra persona, o esperarlo con un vino que le guste por ejemplo.
- Distribuye tu tiempo para pasar con los demás y no solo en actividades que a ti te gusten. En caso de que el otro lo necesite pueden pasar más tiempo juntos, compartiendo comidas, o cualquier actividad que le haga feliz a tu acompañante.
Todas las relaciones ofrecen oportunidades para el crecimiento, tanto para ti como para el otro, por eso es bueno sacar provecho de lo que nos pasa para poder así crecer como personas y aprender, porque de eso se trata la vida, de vivir aprendiendo y ser lo más felices que podamos.