Anteriormente estuvimos hablando sobre la depresión, que es y los tipos que existen, hoy queremos hablarte sobre la depresión infantil, partiendo de que es un trastorno del estado de ánimo el cual afecta tanto a adultos como a niños.
De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), la prevalencia de la depresión infantil es muy parecida a lo que es la depresión en los adultos. En porcentajes se estima que un 3% de la población infantil padece depresión, la cual se traduce en un 10 a 15% de las consultas que se realizan en lo que es la psiquiatría infantil.
¿Cuáles son los criterios para diagnosticar una depresión infantil?
El diagnostico de depresión infantil de acuerdo con el manual CIE-10 requiere de los siguientes criterios:
Duración del episodio depresivo: debe durar como mínimo 2 semanas y no debe tener relación con el consumo de ninguna sustancia.
Algunos síntomas son los siguientes:
- Tener un humor depresivo: tanto los niños como los adolescentes pueden tener un estado de ánimo irritable, deprimido, y los niños pueden llegar a tener dificultades para llegar a describir cómo se sienten, muchas veces recurriendo a quejas más bien relacionadas con molestias físicas (que no tienen un lugar preciso). También se puede observar poca comunicación visual y que tienen una expresión facial triste.
- En cuanto al estado de ánimo irritable este se puede ver en el niño mediante una conducta agresiva y hostil.
- Puede darse una pérdida de interés hacia lo que lo rodea, problemas para poder disfrutar tanto de actividades de la escuela como de juegos.
- También se puede ver un poca energía, estando desanimado en la casa, no comunicándose, con pocas ganas de jugar, pocas ganas de ir a la escuela.
- Se puede dar también que el niño tenga perdida de autoestima y de la confianza, teniendo muchas veces sentimientos de inferioridad. Puede presentar reproches, sentimiento de culpa, entre otros.
- Puede sufrir de alteraciones del sueño, variaciones en lo que es el peso el cual por lo general tiende a aumentar en niños, presentar quejas somáticas como son: dolor de panza, dolor de cabeza, dolor de oídos, siendo esto muy frecuente.
- Un niño también puede tener ideas o intentos autolíticos, es decir autodestructivos. En niños y adolescentes es normal observar signos que son no verbales de conducta suicida, ejemplos de esto son: tener acciones en las que su vida corre riesgo de una forma reiterada, lo cual se da muchas veces como si fuera un juego, o adquirir comportamientos autolesivos como lo son arañarse, arrancarse el pelo.
- Puede contar con problemas para tomar decisiones, problemas de concentración, problemas de conducta y bajo rendimiento académico.
Lo más importante en estos casos si se sospecha de depresión infantil es acudir a un psicólogo/a el cual sabrá derivarnos con otro profesional si es necesario, o brindar ayuda con este problema, para que sea lo mejor posible tanto para el niño como para los padres. Muchas veces los padres se enfrentan a este tipo de problemas y no saben cómo resolverlos, por eso la importancia de una consulta psicológica.