La negatividad si se da de una forma constante, no solo en nuestros pensamientos sino que en todo lo que hacemos en la vida tiene efectos realmente desastrosos.
La negatividad viene junto al estrés, ansiedad, mal humor, hace que seamos más hostiles, que estemos preocupados, en estado de alerta, y además de todo esto, aunque suene raro, se contagia. Si nos rodeamos de personas negativas, que ven en la vida todo negro es posible que nos contagiemos, o por el contrario nos alejemos, si es que podemos detectarlo a tiempo y no queremos eso para nuestras vidas. Cuando una persona encara la vida positivamente es más saludable, se siente mejor con si misma, no siente tantas tensiones y se enfoca más que nada en cumplir sus metas.
No hay recetas para ser más optimistas, pero si hay algunos consejos que a continuación queremos compartir con vos:
- De un día al otro no se es positivo, por lo cual el optimismo requiere de esfuerzo y cultivarlo día a día.
- Muchas veces nos vemos frente a un problema y sabemos que tiene solución, pero igualmente nos preocupamos en vez de ocuparnos, o si sabemos que hay solución es bueno no preocuparnos directamente. En estos casos es importante poder ver que si existe esa solución y que es una pérdida de tiempo y de energía igual ponernos mal con el tema, de esto se trata también el optimismo.
- Es una frase muy utilizada pero muy cierta, y es que cuando se cierra una puerta se abren otras, y es de esta manera que funciona la vida, nada se da por casualidad sino por causalidad. Lo mejor es no dejarse nublar por el negativismo trae siempre pesimismo, ya que si estas en esta actitud es difícil verle el lado positivo y ver que todo es por una razón, todo tiene un por qué.
- Reírse de uno mismo es la mejor medicina, aunque algunos crean que es tonto en realidad siempre te ayuda a que descargues tensiones y que veas los problemas de una forma más mínima. Si logras reírte es porque efectivamente el problema no es tan grave y tiene una solución.
- Como mencionamos en la primera frase todo es de a poco, todo debe comenzar con pequeños pasos pero firmes, y trabajar en tu forma de pensar y actuar día a día para lograr lo que quieres. No solo la meta es disfrutable, sino que también lo debe ser el recorrido, por más que este lleve trabajo y dedicación.
- Cuando estés frente a una situación en la cual te sientas asfixiado, agobiado, una buena practica es ponerse a pensar si eso será importante en unos años, plantearse si vale la pena ponerse de esa manera siendo que en unos años no tendrá importancia. Por lo general en unos meses ya ese problema por el cual nos hicimos “mala sangre” queda en la historia, y no es bueno llenarse de pesimismo y pensamientos negativos si de una forma u otra se va a solucionar.
- El fracaso no siempre es malo porque nos enseña a aprender, por lo cual es bueno dar un análisis de toda situación aunque esta sea lo peor que nos pasó. El optimismo no significa negar la realidad y decir que todo lo que sucede es bueno o positivo, sino que se trata de sacarle el jugo a todas las situaciones y de intentar ver lo positivo en lo negativo, lo cual es realmente una virtud, pero que se puede alcanzar.
- Ser poco optimista es muy fácil, se trata de una zona cómoda pero ser optimista si es difícil, porque requiere de pensar, moverse, practicar, frustrarse, requiere de un gran trabajo interno pero que sin dudas vale la pena.
- No hacer siempre lo mismo es parte del optimismo, si ves que no puedes de alguna manera concretar alguna meta puedes intentar cambiando el modo pero no la meta.
Puedes intentar por unas semanas esta nueva forma de vivir, y vas a ver que te vas a sentir mucho mejor y sentir un cambio radical en tu vida!